Carta abierta
Queridas/os compañeras/os,
Creemos que la visión del Instituto de Arte de Chicago de una sociedad inspiradora y justa debe comenzar por el trato inclusivo, humano y respetuoso de su personal. El museo actualmente opera en un sistema de jerarquía y de toma de decisiones opaca que socava sus metas y valores establecidos. Creemos que no puede haber equidad sin una distribución más ecuánime del poder; por tanto, nosotras/os, las personas abajo firmantes —miembros del personal de varios departamentos y con roles diversos a lo largo de la institución—nos unimos para formar un sindicato con AFSCME Concilio 31. Mediante la negociación de un contrato justo con la administración, trabajaremos para alcanzar el potencial del museo como un verdadero líder entre sus pares.
Pese a que las preocupaciones relacionadas a salarios, cargas laborales, y condiciones de trabajo no son nuevas en el Instituto de Arte de Chicago, la incertidumbre financiera y social del pasado año ha traído estos asuntos a un primer plano. En el pico más activo de la pandemia, a muchos empleados del museo se les pidió trabajar presencialmente, con recursos limitados y sin recibir compensación por el riesgo a la salud. Aproximadamente doscientos de nuestras/os compañeras/os fueron despedidas/os o forzadas/os a bajas laborales sin compensación. Las responsabilidades de todas las personas despedidas o acogidas a bajas laborales sin sueldo fueron transferidas, sin discusiones o toma transparente de decisiones, a compañeras/os que permanecieron activas/os durante este periodo. Como resultado, nos hemos visto forzadas/os a adaptarnos a un nuevo ambiente de trabajo desafiante, en el cual cargamos con mayor responsabilidad por menos salario y con menos oportunidades de crecimiento profesional que nunca. Asimismo, estos desafíos han expuesto las estructuras del museo que sostienen el racismo sistemáticamente. Formar un sindicato que centre la experiencia y voces del personal BIPOC es la mejor forma de reparar el legado colonialista de nuestra institución.
Nosotras y nosotros, miembros del comité organizador, afirmamos que todas y todos las/os trabajadoras/es del Instituto de Arte merecemos:
voz en las decisiones que nos afectan
mejor paga y beneficios
transparencia en relación a compensación y desarrollo profesional, e igual acceso a estas oportunidades independientemente de la clase, discapacidad, género, o raza
condiciones de trabajo seguras, horarios razonables y los recursos necesarios para llevar a cabo nuestro trabajo
un lugar de trabajo libre de acoso y microagresiones
A través de la voz colectiva de Trabajadoras/es Unidas/os del Instituto de Arte de Chicago, abogamos por un lugar de trabajo equitativo, sostenible y transparente para empleadas/os del museo en todos los niveles.
Instamos a los altos cargos del museo a que honren nuestro derecho legal a organizar un sindicato sin hacer frente con intimidación o coerción. Pedimos que la administración no desperdicie recursos distribuyendo propaganda anti-sindicalista, contratando abogados anti-sindicatos, o llevando a cabo reuniones obligatorias anti-sindicalistas. La dirección del Instituto de Arte puede demostrar su compromiso con el principio de equidad respetando nuestro derecho a constituir un sindicato.
Pedimos que te unas a nuestra campaña colectiva por y para el cambio. El sindicato no es un representante externo negociando por nosotros, nosotras y nosotros las/os empleados somos el sindicato. Individualmente, nuestras voces son silenciosas y tienen poco peso, pero cuando nos unimos podemos hablar fuerte y poderosamente en nuestro propio nombre. Poner nuestra confianza unos en los otros asegurará que las/os empleados—el corazón del Instituto de Arte—sean escuchados ahora y en el futuro. Te instamos a que votes sí a la sindicalización.